miércoles, 7 de septiembre de 2011

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La primera vez que te vi, supongo que no fue lo mismo que ahora. Supongo que pensé que eras una persona normal, como cualquier otra. Poco a poco nos fuimos acercando, la confianza iba aumentado y el cariño iba llegando. Amigos fuimos. ¿Luego? nada más. En el pasado sólo hubo amistad. Llegamos a enfadarnos, discutimos. Más bien, yo discutí. Tú no tenías ni idea, yo ni daba razones, sólo me enfadaba conmigo misma. Intentaba enfadarme contigo pero jamás pude. Tuve dudas, muchas dudas. Llegamos a estar apenas a unos milímetros de distancia, tú me mirabas fijamente, la confianza ya era máxima y el cariño aún más. Nos cruzamos. Un encuentro frío, para comenzar. ¿Nervios? Por mi parte sí. Por la tuya no lo sé. Dicen que también. Y, más tarde, sin apenas darnos cuenta, todo volvió a ser como siempre.

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