lunes, 7 de noviembre de 2011

G#

Estás hecha mierda, tu única esperanza son tus amigos porque ni siquiera tu familia se da cuenta de lo que te pasa, ni es capaz de entenderlo. Aún así, intentas no pensar en ello, intentas dejar la conciencia a un lado, pero siempre acaba volviendo. ¿Cómo es posible que en tres escasos meses mi vida haya dado un giro de 180 grados? Quiero volver a lo de antes; a los ataques de risa que no me dejaban respirar, a sonrisas que salían solas sin necesidad de ser fingidas, a toda esa gente que estaba a mi lado y que ahora ha desaparecido, de repente, sin avisar, sin excusas ni pretextos, justo cuando las cosas no van del todo bien. Quiero salir de esto. Ya. Pero no puedo, porque se me juntan todos los problemas en la cabeza, revolotean hasta hacerme llorar, sola, en silencio, como siempre me han enseñado. Y es que dar pena no está a la orden del día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario